Estamos esperando que llegue Mikel, entramos en el pabellón, se hacen algunos comentarios sobre el futuro del equipo, y comenzamos el entrenamiento. Es el último. Hoy han venido seis jugadoras. El entrenamiento acaba y toca lo más dulce, la degustación de bombones.
No hay charla final, no es necesario, el balance de la temporada lo hemos ido elaborando cada semana, con cada entrenamiento, con cada ejercicio frente a defensoras 'ficticias', con cada ejercicio de técnica individual o táctico sin motivación, con cada uno de estos mostrando auténticas ganas por mejorar, con cada ligero sprint, con cada calentamiento donde se actualizaban los cotilleos de la semana, con cada 'no puedo' o 'no sé', con cada esfuerzo meritorio en partidos escasas de jugadoras. El balance de la temporada pasa de un equipo luchador, sobre todo en los partidos, con una clasificación que merecía estar entre las primeras, y llegó a conseguirlo, con una gran victoria frente a Carmen, con una impresionante frente a Zornotza, aquel cuarto espectacular digno de categorías superiores. De aquello se llegó al partido con cinco jugadoras, y cuatro durante buena parte del mismo. El resumen de la temporada pasa de la unión que produce la victoria, a la ruptura ejecutada en clave de falsedades. A todo hay que adaptarse. Y de todo aprender si es posible.
El balance de una temporada en dos. Los primeros meses, positivos, esperanzadores. El resto, no tanto. Sin sumar la cantidad de victorias, enumerando la cantidad de esfuerzos, no fue un balance brillante. Mas prefiero quedarme con todos los buenos momentos, risas, camaradería, el torneo de Corazonistas en navidades...
El balance debe mirar al futuro, y seguir experimentando, creciendo, empapándose de baloncesto, de motivación por el juego. Ojalá que el balance de estas jugadoras continúe en Ugeraga. Y que todos/as veamos su progresión. Arrivederci chicas.
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