Es difícil explicar esta derrota. Sólo se podría hacerlo desglosando el multitudinario reparto de errores cometidos, que darían para un post muy largo. Únicamente subrayaré dos aspectos muy decisivos. Por una parte la cantidad de fallos a canasta desde dos posiciones desde las cuales se lanza relativamente cómodo, y por otra mi inoperancia como entrenador en un período muy largo de partido. Cuando en lugar de cambiar los jugadores en pista, se cambia en el mismo encuentro dos veces el concepto de juego que tan claro parecía, se puede conseguir una revolución positiva, o lo que efectivamente sucede en este partido, volverme loco y encontrarme a la deriva durante toda la segunda parte. Posiblemente si durante el segundo tiempo me hubieran cambiado por un poste telefónico la aportación al juego del equipo hubiera sido similar, o mejor. El ridículo se torna aún más doloroso en tanto en cuanto en el otro equipo se encuentra gente conocida.
Muchos errores ahora se ven del todo incomprensibles, de aquellos que a toro pasado inútilmente me dan pie a pensar que si el partido se volviera a repetir mil y una veces no volverían a reproducirse, mas la realidad ya no es futura sino pretérita, así que toca una semana dura de trabajo y humildad.
Por si todo ello no fuera suficiente tortura, Carlos se vuelve a lesionar en la rodilla. Cuando todo tiene que salir mal...
No hay comentarios:
Publicar un comentario