Mañana de bastante calor. Sobre los 30º. Jugamos en cancha descubierta. Sólo hay cinco jugadoras. El árbitro que nos toca hoy es un friki.
Pinta muy mal. La victoria, casi descartada desde el principio. Hoy toca controlar que las jugadoras no sufran percances a causa del calor.
Comienza el encuentro y pronto se van en el marcador. Fallos, contraataques que no paramos, rebotes, malos pases... Nuestro partido está siendo espantoso. Y cada vez más.
A pesar de la escandalosa derrota, contra un equipo que evidentemente no es tan superior al nuestro, celebramos que al final no ha habido mayores problemas que el lógico cansancio físico.
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