domingo, 3 de abril de 2011

Nos queda la palabra

Salleko 59   Parque Bilbao 68
Salgo del campo, bajo las escaleras. Seguimos ganando.
Salimos del pabellón, parado frente a las columnas exteriores estoy recreando un tiempo anterior. Con buena temperatura, y buena gente, me voy alejando de La Benedicta. Una importante etapa va quedándose atrás. El Puente Colgante al fondo, esperando, como siempre ha hecho.


Te doy una canción






Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

(Blas de Otero)

3 comentarios:

  1. quien eligio la ultima cancion??
    un poco sosa para la alegria que derrochabamos??

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  2. ¡Ains, qué recuerdos! Como bien describe el caminante, agridulces, de buenos momentos (muy buenos, de hecho) pasados juntos pero que, por lo que fuera (no entro en el tema de quién es el gafe porque a lo mejor pierdo...), nunca acabaron felizmente. O, mejor dicho, exitosamente.
    Por cierto, donde quiera que esté (si está todavía), el motor de aquel Kadett prehistórico habrá ronroneado de gustirrín al saberse recordado...
    En resumen, qué mayores estamos... Y qué gusto que las nuevas hornadas ganen otra vez en aquel campo...

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  3. Hay sutileza, quizá demasiada para comprender el sentido de mis palabras anteriores.
    Es cierto, segundo anónimo, diez-once años dan para unas cuantas cosas. Mas con lo que al final me quedo es, no tanto con los éxitos finales(que algún gafe nos birló) sino con el camino que recorrimos.

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