Hace calor. El entrenador local es el otro González. Hoy están los dos juntos. Echo una ojeada a la grada. Pocas veces vi los partidos desde ahí arriba, afortunadamente.
Comienza el partido. Unai se lesiona. Casi no ha dado tiempo a nada, tiene muy mala suerte, en seguida va a la clínica, esguince fuerte de tobillo. Todo esto ha empezado muy mal. Aún creo más en la derrota.
Pero desde la primera canasta vamos delante en el marcador. En ataque movemos bien y lanzamos con acierto, con mucho acierto. En defensa hay una situación táctica a corregir, pero vamos ganando.
Llega el segundo cuarto, y pronto comienza a funcionar nuestra conexión 'nba'. Vaya exhibición, la defensa contraria aún les está buscando. Llegamos hasta los 15 puntos de ventaja, pero poco antes del descanso comienza una pájara que provoca que el equipo local se acerque un tanto.
Comienza el segundo tiempo. Nuestra exhibición continúa. Durante el tercer período nuestra ventaja se estabiliza alrededor de los 10 puntos. Estoy empezando a pensar en la victoria, aunque no quiero que esa idea peregrine en mi mente y me haga olvidar los pasos necesarios que todavía quedan por cubrir.
No hemos corregido del todo nuestro problema defensivo, y además en ataque ya no estamos tan bien. Bajo estas dificultades se desarrolla el último cuarto. Pero seguimos ganando. Al entrenador local le sancionan con dos técnicas, lo que nos da un pequeño respiro. Aunque tras la calma llega la tempestad, y seguimos con problemas que a duras penas vamos resolviendo.
El partido acaba y nos llevamos una victoria muy merecida, conseguida de principio a fin.
Paquito el chocolatero
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