Sábado por la mañana. Aun no lo sé, pero comienza un fin de semana que en absoluto va a ser para disfrutar, sino todo lo contrario. Lo que me espera en las próximas horas y días va a costar digerirlo. Quizá con kilos de bicarbonato...
Voy a Urko, Ugeraga junior y Begoñazpi se quedan sin jugar, tras un buen rato esperando al árbitro, ya que éste no se presenta; algún error al parecer en la designación del comité. Me voy para la Alhondiga, a ver si llego para ver el sorteo de la lotería...
Se celebra el sorteo especial de lotería contra el cáncer, en favor de la AECC. Y por primera vez, en Bilbao. Tengo la corazonada de que va a tocar, precisamente, en Bilbao. He comprado un décimo, y sin embargo he pasado varias veces por una administración donde he sentido tentación de comprar. No lo hago, y es ahí, precisamente, donde toca el gordo. A pocos metros de casa estaba la suerte, y a velocidad de tortuga he ido viendo cómo se alejaba...
El sábado aún no ha acabado, y todavía me queda qué sufrir.
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