Balmaseda 39 Ugeraga Saski 42
Sorpresa tras sorpresa en este viernes. La primera, precisamente, que se jugara un viernes por la tarde un partido junior femenino. La siguiente se refiere a cómo transcurrió el encuentro y nuestro juego, y la última al final, y a la cara de idiotas que casi se nos queda a los entrenadores. Pero yendo por partes, la previsible defensa zonal de Balmaseda se encontró con quizá un imprevisible recital de tiro de las jugadoras de Uge. Una que anotaba triples, otra que metía una canasta tras otra dentro de la zona ante su incredulidad, y a veces también ante la mía. Y es que hacía un gesto técnico correcto en la ejecución, lo que, precisamente, nos sorprendía. Otra que metía tiros a tabla sin saltar, y alguno desde dudoso ángulo. Otras que aportaban en rebotes, dirección y defensa...
Sorpresa tras sorpresa en este viernes. La primera, precisamente, que se jugara un viernes por la tarde un partido junior femenino. La siguiente se refiere a cómo transcurrió el encuentro y nuestro juego, y la última al final, y a la cara de idiotas que casi se nos queda a los entrenadores. Pero yendo por partes, la previsible defensa zonal de Balmaseda se encontró con quizá un imprevisible recital de tiro de las jugadoras de Uge. Una que anotaba triples, otra que metía una canasta tras otra dentro de la zona ante su incredulidad, y a veces también ante la mía. Y es que hacía un gesto técnico correcto en la ejecución, lo que, precisamente, nos sorprendía. Otra que metía tiros a tabla sin saltar, y alguno desde dudoso ángulo. Otras que aportaban en rebotes, dirección y defensa...
No era por tanto sorprendente que consiguiéramos cierta ventaja, ante un equipo local muy organizado y con ideas tácticas interesantes, pero que en la práctica no creaba gran peligro. Lo sorprendente era que lo hiciéramos en un partido aparentemente peor jugado que las dos anteriores derrotas. Y la sorpresa casi nos ejecutó en los minutos finales, en que acabamos pidiendo la hora. Tres triples consecutivos de Balmaseda, a cada cual más inverosímil (tablero incluído) nos dejó a Mikel y a mí una cara más propia de una peli de terror que de un partido de baloncesto. A mí aún me piernas las tiemblan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario