Quinta victoria cimentada en tres primeros cuartos muy buenos, tanto defensiva como ofensivamente. Aunque en defensa había puntuales fallos, nuestra concentración e intensidad fue bastante alta. Nuestro ataque conseguía un equilibrio muy importante, además de ser superior en diferentes aspectos del juego. Con todo ello la diferencia fue aumentando hasta lograr una máxima de 31 puntos a punto de finalizar el tercer período.
Mas en el último cuarto el cambio fue radical. Nuestra concentración bajó, sobre todo la mía, cometiendo varios errores y omisiones, que nos complicaron la vida sobremanera. También el árbitro debió perder concentración, dada su falta de señalización de contactos muy claros, e incluso antideportivos del equipo contrario.
Así que, obviando el último y lamentable cuarto, jugamos un gran partido, superando ampliamente al contrario, y de paso mostrando una cara radicalmente distinta a la del partido de la primera vuelta.
Forever
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