Otra vez toca sufrir. Otra vez estamos seis. Otra vez tenemos momentos muy buenos y otros no tanto. El cansancio aparece de nuevo. Pero a pesar de ello y de los problemas que nos da su pívot, que rebotea y anota con demasiada facilidad, logramos una merecida victoria. Ya van dos seguidas. Cuatro partidos de esta segunda fase, y en todos ellos compitiendo hasta el final.
Con éste acabo una cargada mañana de basket. Tres partidos, el primero me toca 'verlo' como árbitro. No hay más remedio. Cómo corren las chavalas, estoy reventado, pero si quiero seguir el juego de cerca y no equivocarme demasiado no hay más remedio. Mas cansado no hago un buen arbitraje. Creo que ahora entiendo a los árbitros federados que no corren. Me equivoco con el criterio de lo que son faltas. Me parece que los contactos del equipo visitante no son excesivos y no pito. Bueno, tampoco me queda demasiado fuelle para silbar, pero eso es otra historia. En la segunda parte procuro estar más atento a ciertas faltas y a los tres segundos en la zona del equipo de fuera, aunque ya es un poco tarde.
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